Es difícil hacer una que una Gala de estas características no peque de aburrimiento pero al menos se puede decir que la entrega de los Premios TP de Oro 2008 que emitió anoche La Sexta tuvo buena intención e intentó salir del callejón sin salida que supone el realizar una entrega de premios en la que, para variar, no están todos los premiados y que ganaron Antena 3 y Televisión Española. En el lado negativo podríamos mencionar que la Gala terminó siendo muy casera, con un protagonismo de los profesionales de La Sexta sobre el resto de las cadenas pero es lógico porque son los únicos que se animan a hacer la retransmisión.
Me gustó el repaso de Berto, los cortes con las anécdotas de los profesionales del sector, el scketche de Qué vida más triste y el vídeo recuerdo a los programas fallecidos este año. Las presentaciones de los premios estuvieron ligeras en general y Manel Fuentes y Eva González no tuvieron, afortunadamente, demasiado protagonismo, porque no me terminaron de encajar en el papel.
Las actuaciones de los Mayumana también fueron un soplo de aire fresco. En cuanto a la realización, estuvo correcta pero se notaba cierta improvisación cada vez que enfocaban el patio de butacas.
Como toda Gala que se precie tuvo momentos muy extraños, como el corte de Leticia Sabater contando cómo un niño de diez años le tiró los tejos; la presentación de Ana Obregón, a la que trataron como si fuera la protagonista absoluta del evento; la intervención de Nieves Herrero, que sigue creyéndose graciosa a más no poder; o el speech de Imanol Arias, a quién después de nueve premios consecutivos no hay quien le tosa. Llamativa también fue la afonía de Óscar Martínez, aún arrastrando las consecuencias del estreno el domingo de La vuelta la mundo en directo, y la elegancia de Ana Rosa que le incluyó en el Premio.
Y no faltaron lágrimas. Manuel Alexandre conmovió a todo el mundo con un agradecimiento sincero al Premio Honorífico y Patricia Conde, al recibir su premio, se lo dedicó a la hermana de Dani Martín (El canto del loco), que acaba de fallecer. En general estoy bastante de acuerdo con los premios, con la excepción del reconocimiento a Sin tetas no hay paraíso que a mí no me parece, ni de lejos, la mejor serie nacional, y el premio a Callejeros, que agradecieron contando una anécdota sobre una pintada y diciendo que estaba dispuestos a grabar lo que sea. Matías Prats, al recoger el TP con el que suma ya cinco premios, comentó que los lectores son unos votantes reincidentes y ése me parece un buen resumen:
Año tras año, pase lo que pase, los premios se los llevan prácticamente los mismos.
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